REDACCIÓN: Miguel R. Ríos
Cada 29 de agosto se celebra en Argentina el Día del Abogado en homenaje al nacimiento de Juan Bautista Alberdi, figura central en la historia política, jurídica e intelectual del país. Su legado es tan profundo que aún hoy sus ideas siguen siendo faro para quienes creen en la libertad, el progreso y la república.
Nacido en Tucumán en 1810, Alberdi fue un hombre multifacético: abogado, economista, político, diplomático, escritor y uno de los máximos exponentes del liberalismo argentino. Desde joven se formó en Buenos Aires, integrando el grupo de la Generación del 37, un conjunto de jóvenes intelectuales que buscaban modernizar el país e impulsar una república basada en las libertades individuales.
Su obra más influyente fue Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina, escrita en 1852. Este texto fue la guía fundamental para la redacción de la Constitución Nacional de 1853. En ella, Alberdi defendía la necesidad de adoptar principios de gobierno representativo, federal, con división de poderes y garantías para la propiedad, la industria y la inmigración.
Durante su vida, Alberdi mantuvo profundas diferencias con Juan Manuel de Rosas, a quien criticaba por su autoritarismo. Exiliado en Chile, siguió escribiendo y participando en la vida política argentina desde la distancia. Su pensamiento influyó fuertemente en Justo José de Urquiza, quien derrocó a Rosas en la Batalla de Caseros y promovió la sanción de la Constitución.
Alberdi también fue diplomático: representó a Argentina en Europa y participó en negociaciones clave para posicionar al país en el mundo. Pese a sus aportes, su relación con el poder no fue sencilla. Mantuvo enfrentamientos con Bartolomé Mitre, lo que lo mantuvo alejado del protagonismo político por varios años.
Falleció en París en 1884, aunque sus restos fueron repatriados en 1889 y hoy descansan en el cementerio de la Recoleta. Su pensamiento liberal, orientado al desarrollo económico, al respeto de las instituciones y a la libertad individual, sigue siendo reivindicado por distintos sectores políticos, especialmente por aquellos que, como él, creen que una Argentina libre y próspera es posible.
Recordar a Alberdi es también recordar que la Constitución no es solo un texto jurídico: es un proyecto de país. Y el suyo, basado en la libertad, el orden y el progreso, aún sigue vigente.
Frase célebre de Alberdi y su vigencia actual
"La riqueza de los pueblos no se crea con leyes, sino con trabajo."
Esta frase resume de forma magistral una de las ideas centrales de Alberdi: el progreso no se impone desde el Estado, se construye desde la libertad individual, el esfuerzo personal y el mérito. Para Alberdi, el rol del Estado debía limitarse a garantizar el orden y proteger los derechos, mientras que el crecimiento económico debía surgir del trabajo productivo, la inversión y la competencia.
Más de 150 años después, el presidente Javier Milei retoma este legado, convirtiendo a Alberdi en uno de los pilares filosóficos de su gestión. Su defensa del libre mercado, la reducción del gasto público, la eliminación de privilegios estatales y su rechazo al intervencionismo se alinean con el espíritu de esta frase.
Milei sostiene que la verdadera justicia social nace cuando se garantiza la libertad para producir, comerciar, contratar y competir, no cuando se multiplica la dependencia del Estado. En sus discursos, ha citado y reivindicado a Alberdi como el arquitecto intelectual del orden liberal argentino, proponiendo volver a ese camino para rescatar al país del estancamiento y la decadencia.